sábado, 2 de febrero de 2019

Evangelio del 1º domingo de febrero de 2019


Hola chic@s.
Hoy Jesús nos dice que confiemos, que tengamos fe, que vivamos su Buena Noticia y la demos a conocer a los demás, aunque en ocasiones nos llevemos un "chasco" porque no nos hagan caso.

Ya lo dice el evangelio de hoy; "Nadie es profeta en su tierra", es decir, que tus amigos puede que no te hagan caso cuando hables de la importancia de ser "Buena Gente" y de amarnos los unos a los otros, pero tú no te desanimes: El amor siempre gana.😉



Adaptación del evangelio de Lucas 4, 21-30

La gente, al principio, estaba entusiasmada. Sentían que él era un profeta y estaban admirados. Y muy orgullosos porque era de su propio pueblo. Alguno decía ¿cómo es posible, si es el hijo de José, el carpintero?
Entonces Jesús les dijo: “Ningún profeta es bien visto en su tierra. Ya les pasaba a profetas antiguos. Por ejemplo, el profeta Elías, no fue enviado a la gente de su pueblo, sino a una viuda de un país lejano, y el profeta Eliseo curó a un leproso que era extranjero”.
Con eso les quería explicar que las cosas buenas que anunciaba no eran solo para los judíos. Pero se pusieron furiosos, porque los judíos pensaban que las cosas buenas de Dios solo eran para ellos.
Entonces le llevaron fuera del pueblo, y si se descuida lo tiran por un barranco. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se marchó.







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