Hola chic@s.
Un domingo más, Jesús nos deja su mensaje para ser buena gente; un mensaje que seguro os va a resultar bastante difícil de cumplir... "Os voy a decir algo que a lo mejor os sorprende: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian...".
Escuchemos el evangelio de Lucas:
Lc 6, 27-38
Jesús a veces era como un maestro que daba lecciones
muy importantes sobre la vida. Como un día que se puso a hablarles sobre el
amor. Entonces, a quienes le escuchaban, les dijo: «Os voy a decir algo que a
lo mejor os sorprende: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os
odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que hablan mal de vosotros.
Si alguien te pega en una mejilla, no le respondas con violencia, aunque te
quiera seguir pegando. Si alguien te quita algo tuyo, dale algo más».
La gente lo miraba un poco insegura, porque eso que
Jesús les estaba pidiendo parecía muy difícil. ¿Cómo vas a amar a tu enemigo?
¿No es mejor acabar con él? Pero Jesús empezó a explicarles un poco más:
«Mirad, lo importante es tratar a los demás como querrías que te traten a ti, y
todos queremos que nos traten bien. Veréis, amar a la gente que es amable, eso
lo hace cualquiera. Portarse bien con la gente amable también es fácil. Eso lo
hace cualquiera. Pero lo que de verdad cambia las cosas es elegir siempre la
bondad. Elegir siempre el amor. Elegir siempre la paz. A eso yo lo llamo ser
compasivo. No juzgar, no condenar, e intentar perdonar siempre. Porque tal y
como tú trates a los demás, verás que así te tratan a ti». Las personas,
después de oírle, se quedaban pensando mucho, porque su enseñanza no era fácil.
Pero era bonito imaginarse un mundo en el que todas las personas fueran de
verdad amables y generosas unas con otras, así que pensaban que a lo mejor
tenía razón.
El amor todo lo transforma. Mira este vídeo y piensa si es posible.
Podéis cliquear sobre la imagen y descargarla para colorear en clase.
El gran profeta que fue Helder Cámara nos recuerda la
invitación de Jesús con estas palabras:
«Para
liberarte de ti mismo, lanza un puente más allá del abismo que tu egoísmo ha
creado. Intenta ver más allá de ti mismo. Intenta escuchar a algún otro, y,
sobre todo, prueba a esforzarte por amar en vez de amarte a ti solo».
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