Hola de nuevo chicos.
Aquí estamos ya en el 2º domingo de Adviento. Hoy, Juan el Bautista, nos invita a preparar los caminos al Señor, nos invita a que preparemos nuestros corazones, a que los limpiemos bien, bien, bien y que queden resplandecientes. Para ello, el mejor jabón es escuchar, ayudar, ser amable y respetuoso, en definitiva... seguir siendo "buena gente" al estilo de Jesús. Pongámonos en camino.
Adaptación de Lc 3, 1-6
En aquel tiempo, el emperador era Tiberio, el gobernador Poncio Pilato y el virrey era Herodes. Los sumos sacerdotes de los judíos eran Anás y Caifás.
Y en medio de todos esos hombres poderosos, la palabra de Dios llegó a Juan, un chico muy sencillo, el hijo de Zacarías, en el desierto.
Inspirado por esa palabra recorrió toda la zona del río Jordán, invitando a la gente a bautizarse y convertirse. Repetía las palabras de otro profeta antiguo, y decía: “Yo soy la voz que grita en el desierto. Preparad el camino al Señor, allanad sus caminos. Quitad los obstáculos. Y todos verán la salvación de Dios”.
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